23 de junio de 2010

Crepúsculo.

-¡Con que facilidad me frustro!- musitó.
Estudié sus ojos y de repente comprendí que aquello era casi tan nuevo para él como para mí.
A él también le resultaba difícil a pesar de los muchos años de inconmensurable experiencia.
Ese pensamiento me infundió coraje.
-Tengo miedo , además de los motivos evidentes , porque no puedo estar contigo y porque me gustaría estarlo más de lo que debería.
Mantuve los ojos fijos en sus manos mientras decia aquello porque me resultaba difícil confesarlo.



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